Las poéticas de la desmaterialización también se rastrean en obras como Le Saut dans le vide, de Yves Klein. La misma consistía en una fotografía trucada que presentaba al mismo artista abriendo sus brazos y lanzándose a la calle desde una ventana. Esta fotografía aparecía impresa en el “journal du dimanche” del 27 de noviembre de 1960. Su pie de imagen rezaba: “el pintor del espacio se arroja al vacío”. El motivo del vacío, principio fundamental en la estética de Klein, se manifiesta en su obra de diferentes maneras: mediante la utilización del matiz azul IKB, mediante monocromos o sinfonías silenciosas.