Curiosamente, para la misma época en que Marinetti publicaba su manifiesto Immaginazione senza fili, Velemir Khlevnikov, poeta del cubo-futurismo ruso, se dedicaba a crear un nuevo lenguaje, el zaum, caracterizado por pretender ser, a la vez, “transmental” y “planetario”. En él, las palabras debían ser capaces de producir un cambio espiritual en las personas y estas debían poder comunicarse a través de los sonidos en una suerte de “sinestecia telepática”. Khlebnikov escribió, así mismo, su manifiesto La Radio del futuro, en donde imagina la posibilidad incluso de curaciones a distancia utilizando este nuevo medio. Khlebnikov se figura que el mismo servirá para unir a la especie humana con su conexión sin cables multiplicándose a través del mundo. Los futuristas fueron capaces de concebir la idea de una network global a comienzos del siglo XX.