La artista Yoko Ono fue una de las primeras en trabajar la forma “instrucción”. En la famosa exhibición realizada en 1962 en el Sogetsu Art Center de Tokyo, presentó, en lugar de obras en un sentido tradicional, directamente una serie de instrucciones registradas en hojas de papel blanco. A partir de estas instrucciones, Ono publicaría luego su libro Grapefruit en 1964. Es de notar la interesante tensión que se produce en estos trabajos entre la concepción y la materialización de las obras. Grapefruit es considerado como una de las primeras obras de una artista visual llevadas a cabo en terreno exclusivamente lingüístico.