El libro de Dieter Roth The Daily Mirror (1961) fue realizado hacienda ampliaciones de las portadas de este diario, aumentadas a tal punto de volverse ilegibles. Las mismas fueron igualmente reducidas hasta volver a la tipografía minúscula, meros puntos sobre las páginas. Roth acentuaba con esta obra la manipulación de la información por parte de los medios masivos y la frustración de los lectores por el enrarecimiento de los mensajes.