Se entiende por cut-up al modelo mecánico de yuxtaposición en el que un escritor corta pasajes de sus propias obras y también de obras de otros escritores y luego vuelve a ensamblar los fragmentos en forma aleatoria. En 1960, William Burroughs publicó sus primeros experimentos con cut-ups en revistas de París y San Francisco. Su extremismo se constituyó como un intento para atenerse al silencio interior y resistirse a ser inoculado por el virus del sistema. Según él, el arte debía evitar a toda costa el contagio por el “virus del control” y dedicarse a crear armas imaginarias para resistirse a los poderes establecidos. El poder concedido a las máquinas de escribir se evidencia igualmente en su texto TheTicket that Exploded, en donde describe una particular máquina que permitiría a sus usuarios evadirse de los controles del lenguaje estandarizado produciendo textos impersonales, colaborativos y ajenos a las lógicas convencionales. El texto nos presenta a esta máquina que “combina la mitad de un texto con la mitad de otro, yuxtaponiendo, permitando y cambiando constantemente su escritura y escupiendo libros, obras de teatro, poemas. Los espectadores son invitados a alimentar a la máquina con textos propios o de otros autores de su elección y, en pocos minutos, podrán comprobar los resultados”.