La estructura de una lengua (la forma en que su vocabulario individualiza los diferentes entes y la manera en que la estructura gramatical los combina formando unidades significativas) determina la cosmovisión de los hombres que la utilizan. En este sentido, la capacidad del lenguaje para modelar la cultura y determinar el pensamiento de los hombres ha sido señalada reiteradas veces por pensadores provenientes de diferentes contextos. También se ha señalado la manera en que los lenguajes alternativos pueden generan mundos alternativos. Cambiar las leyes del lenguaje es cambiar las leyes del mundo.