La poesía sonora igualmente se difundió, por ejemplo, a través de personajes como Ilia Zdanevich (más conocido como Iliazd) quien había pertenecido al grupo literario 410 fundado por Kruchenykh en 1919 a fin de difundir el idioma zaum. Años más tarde, Iliazd publicará en París su antología Poésie des mots inconnus (1946), donde había antologizado una interesante colección de poemas sonoros dadá y zaum. En realidad, esta publicación tenía el sentido de evidenciar hasta qué punto la poesía francesa de vanguardia había estado influenciada por la poesía rusa.