Poco le llevó al letrismo expandirse hacia la idea de las “hipergrafías”. Las mismas consistían en el uso de letras no solo latinas sino de alfabetos y signos de todo sistema escritural, incluso de sistemas inventados. Isou expuso sus ideas en el manifiesto de la poesía letrista (1947) y en otros escritos donde defiende la idea de que la pintura letrista y las hipergrafías sobrepasan en su concepto al arte tanto figurativo como abstracto. Este tipo de ideas dieron lugar, por ejemplo, a la llamada “novela hipergráfica” en donde imágenes y palabras aparecían mezcladas. Ejemplos de la misma son Les journaux des dieux, del propio Isou, Canailles, de Maurice Lemaitre o Saint Ghetto des Préts, de Gabriel Pomerand, las tres aparecidas en 1950.