Otra de las fuertes influencias de la escritura conceptual fue el cubismo literario, escuela no objetiva que privilegiaba la presentación sobre la representación. El cubismo, desarrollado en París en los años 20 como escuela pictórica, se extendió hacia otros campos como la poesía, pudiendo considerarse poetas cubistas Guillaume Apollinaire, Blaise Cendrars o Max Jacob. El cubismo subrayaba las estructuras autónomas del lenguaje, más allá de cualquier compromiso con la representación de una supuesta realidad externa al texto. El cubismo literario disocia y recombina diferentes segmentos verbales, trabajando con elementos discontinuos, simultáneos y no jerárquicos. Un ejemplo paradigmático de esta corriente es la obra de Gertrude Stein, quien emplea repetición de frases, tautologías y un especial cuidado autorreferencial del texto. A lo largo del siglo XX, el cubismo de Stein tuvo gran influencia. Influyó, por ejemplo, en John Cage, quien en su Lecture on Nothing, pronunciada en 1949 en el Arts Club de Nueva York, escribe su texto según una lógica presentativa, haciendo énfasis en la dimensión significante. Cage utiliza aquí la misma noción de juegos de repetición y el mismo concepto minimal de Stein.