Hacia finales del siglo XIII, Ramón Lull diseñó una máquina metafísica que le permitía combinar atributos tomados tanto de la religión como de la filosofía. Este método, conocido como Círculo lulliano, consistía en dos o más círculos de cartón ensamblados concéntricamente y sobre los cuales había escritos letras o símbolos. Lull partía de la idea de que existe un número limitado de verdades irrefutables y de que, a partir de la combinación de las mismas, el ser humano podía acceder a todos los campos del conocimiento. Por ejemplo, uno de los círculos podía tener atributos tales como Dios, Grandeza, Eternidad, Poder, Sabiduría, Virtud, Verdad, Gloria. Es posible que para construir este aparato, Lull se hubiera basado en el dispositivo de la zaija utilizado por los astrónomos árabes de la época. La idea de Lull sería desarrollada por Gottfried Leibniz en el siglo XVII.