En la década de 1960, Brion Gysin, a partir de la noción de “poesía maquínica”, realizaba experiencias con combinatorias de palabras y juegos lingüísticos con computadoras y magnetófonos, redescubriendo a partir de nuevas tecnologías los métodos dadaístas de Tzará a partir del collage con recortes de diarios. Amigo y colaborador de Burroughs, con el cual se dedicó a experimentar con los cut-ups, Gysin realizó también una serie de “poemas permutacionales” en los que una misma frase se repetía con el orden de sus palabras cambiado, como es el caso de su famoso I am that I am, simple enunciado que se convierte en una formula metafísica que, repetida y permutada hasta el infinito, da lugar a una especie de iluminador mantra.
Gysin desarrolló igualemente, en 1959, la Máquina de sueños. un cilindro productor de visiones intensamente placenteras, capaces de relajar al espectador al punto de llevarlo a un particular estado de “iluminación” o “estado alfa”. La producción de estas imágenes oníricas llevó a Gysin a cuestionarse sobre la naturaleza del arte, del color y de la visión. Tanto él como Burroughs experimentaron largamente con esta máquina.