El conceptualismo entiende a la escritura no como representación de verdades superiores, ni como expresión de sujetos especialmente sensibles sino como un juego que se produce directamente a nivel de los significantes. Además de la dimensión lingüística, el conceptualismo recurre con frecuencia a otros campos discursivos como la matemática, la lógica, la filosofía, la ciencia utilizando ecuaciones, listados, cartografías, diagramas, datos estadísticos, es decir, sistemas simbólicos fuertemente codificados.