Durante el transcurso del siglo XIX podemos encontrar como principales representantes de la línea literaria del nonsense a escritores como Lewis Carroll, Edward Lear o Christian Morgenstern. Por otra parte, y pasando entremedio sin duda por un personaje como Alfred Jarry y su Ciencia Patafísica, es en las primeras décadas del siglo XX cuando el recurso irónico alcanza su mayor despliegue y virulencia con vanguardias como el dadaísmo o el surrealismo.