Las imaginaciones gráficas de algunos pintores que se han expresado con escrituras indescifrables (André Masson, con sus ideogramas falsos, las misivas impenetrables de Bernard Réquichot, las grafías plastiútiles de Xul Solar y muchos otros que hacen uso de este tipo de escrituras acodigales o, en todo caso, pre y postalfabéticas), ponen en evidencia las limitaciones de la división propuesta por la lingüística clásica de corte saussuriano entre significado y significante y nos llevan a cuestionarnos acerca de la relación del signo y su referente.