Hacia 1920, Man Ray diseñó una serie de juegos de ajedrez. Lo propio hizo Marcel Duchamp. En 1924, René Clair filma una partida de ajedrez entre Duchamp y Picabia para su film Entreacto. El caso de Marcel Duchamp es paradigmático debido a que el artista directamente decide abandonar el campo de las artes plásticas para dedicarse a jugar a este juego.. Duchamp se interesaba además por el ocultismo y las ciencias alquímicas y basó igualmente gran parte de su obra en factores como el azar y las correspondencias: “Las piezas de ajedrez son las letras de un alfabeto que moldea el pensamiento y van formando un particular diseño visual sobre el tablero. Este diseño representa, al igual que un poema, la belleza abstracta del pensamiento. He llegado a la conclusión de que, mientras que no todos los artistas son jugadores de ajedrez, todos los jugadores de ajedrez son, en cambio, artistas”, decía Marcel Duchamp.